Os propongo que cada una nos presentemos un poquito. Me toca ser la "valiente" que empieza así que ahí va. Antes de nada, uso una talla 90 FF. Normalmente llevo sujetadores de máxima sujeción o push up pero en ocasiones me gusta ir como veis en las fotos: con una blusa y... nada por debajo. Me visto así cuando busco impresionar a un chico o doy un paseíto al sol por una zona poco transitada. Así vestida conocí a uno de mis mejores amigos. Caminaba por un paseo marítimo en un pueblo del norte de España y me fijé en un chico muy atactivo que leía sentado en el muro que da acceso a la playa. Pasé a su lado pero él estaba tan abstraído en su lectura que ni levantó la vista. A la vuelta de mi paseo, hice sonar un poco más mis zuecos y conseguí que me mirara. Se quedó alelado viendo mi escote e incluso creo que abrió un poco la boca. Entonces le dije: "Mírame a los ojos". Lo más gracioso fue su lacónica respuesta: "No puedo". Luego fuimos a un kiosko de bebidas y empezamos a charlar.
Somos pechugonas
Cuando éramos adolescentes nos pedían que vistiéramos holgadas, que abrocháramos la camisa hasta el cuello y que usásemos jerseys..., pero ahora nos hemos hecho adultas y decimos ¡Basta! Mi nombre es Carmen, estoy en la treintena y soy una mujer pechugona y orgullosa. Invito a otras mujeres a que compartan conmigo anécdotas y recursos para arreglarnos y estar guapas. Contáctadme en c.velezneuer@gmail.com
miércoles, 23 de mayo de 2012
¡Bienvenidas!
Os propongo que cada una nos presentemos un poquito. Me toca ser la "valiente" que empieza así que ahí va. Antes de nada, uso una talla 90 FF. Normalmente llevo sujetadores de máxima sujeción o push up pero en ocasiones me gusta ir como veis en las fotos: con una blusa y... nada por debajo. Me visto así cuando busco impresionar a un chico o doy un paseíto al sol por una zona poco transitada. Así vestida conocí a uno de mis mejores amigos. Caminaba por un paseo marítimo en un pueblo del norte de España y me fijé en un chico muy atactivo que leía sentado en el muro que da acceso a la playa. Pasé a su lado pero él estaba tan abstraído en su lectura que ni levantó la vista. A la vuelta de mi paseo, hice sonar un poco más mis zuecos y conseguí que me mirara. Se quedó alelado viendo mi escote e incluso creo que abrió un poco la boca. Entonces le dije: "Mírame a los ojos". Lo más gracioso fue su lacónica respuesta: "No puedo". Luego fuimos a un kiosko de bebidas y empezamos a charlar.
martes, 22 de mayo de 2012
Mara


Bueno Carmen, te prometí que si empezabas la aventura de este blog no te dejaria sola asi que aquí estoy. Ademas soy la unica amiga que tienes asi con buena delantera. Te mando unas cuantas fotos y ya eliges. ;) Bueno, mi nombre es Mara, también tengo treinta y pico y ¡soy tetona! No tengo un control de copa como hace Carmen, yo tambien deberia pero bueno, uso una 120. Mi anedota no es tan buena como la de Carmen pero bueno. A ver: Autobús, verano, siete de la tarde, todo dios en la playa y yo volviendo a casa del trabajo. Al lado se sienta un señor mayor muy flaco y con gafas con cara de bueno. Al cabo de un rato escucho que se rie, me giro un poco hacia el y veo que me mira y me dice "se te ha salido una". Bueno, me da un sofoco y me miro el escote y menos mal que no era verdad. Y el viejales que se rie mas. Ahora lo pienso y me da risa pero entonces me entro una verguenza que no veas. ¡Besos!
Despedida por tetona
Se llama Laura Odes, es estadounidense y tiene 28 años. Acaba de ser despedida de su trabajo como dependienta en una tienda de lencería por ¡tener el pecho grande! Sus jefes le habían pedido que se vendase el pecho con cinta adhesiva para aplastarlo porque "los clientes se distraen". Laura ha denunciado a la empresa. ¡Suerte!
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)






